Actualmente, la participación política de los pueblos indígenas en el Perú es un proceso que viene siendo alentado por el Estado, a través de la implementación de la cuota nativa en las listas partidarias, sin embargo la presencia de representantes indígenas en las listas electorales, es aún muy limitada.
En el Perú, las investigaciones demuestran que la falta de representación política ha motivado a que la participación indígena se manifieste a través de los movimientos sociales, pero sin construir un brazo político que les permita acceder al “poder” , principalmente por la desconfianza de los indígenas hacia la política institucionalizada de los partidos, quienes mantuvieron siempre un distanciamiento histórico frente a grupos étnicos minoritarios. No obstante, todavía existe una arena hostil para la formación de movimientos sociales, los cuales constituyen la iniciación en la política, para la mayoría de los grupos indígenas (Paredes 2010).
Una de las hipótesis que planteamos es que dada la desconfianza y el desencanto hacia la política institucionalizada, la participación política se viene manifestando a través de los movimientos sociales, que cumplen una función de intermediario o tercer jugador en el juego entre el elector y el partido institucionalizado. En este caso, el movimiento legitima el partido al votante, trabajando junto a él en una serie de alianzas políticas que incluyen la no institucional, tales como las actividades de protesta, avales candidatos y las actividades de sensibilización social, así como más alianzas más institucionales tales como la firma de pactos y acuerdos, siendo las alianzas informales y no institucionales las más frecuentes.
Otra de las hipótesis de esta investigación es que el movimiento social indígena peruano es más propenso a formar alianzas con los partidos de la izquierda más radical. La razón es que estos partidos son más ideológicamente congruentes con los movimientos sociales indígenas y sus objetivos políticos, tales como la reforma agraria, redistribución de la riqueza, la educación bilingüe y las constituciones plurinacionales.
Por otro lado, a la luz de la evidencia que se tiene sobre las orientaciones del elector indígena peruano que confirman el desencanto hacia el juego democrático electoral, se puede corroborar algunos planteamientos en materia de exclusión social y política, y orientaciones electorales. Así mismo, es necesario reconocer que en América Latina el movimiento indígena se viene consolidando de manera acelerada convirtiéndose en el actor político más importante de las últimas dos décadas. Es por esta razón, que realizaremos un estudio comparado entre el movimiento indígena ecuatoriano y peruano para tener un panorama político más amplio.