Aquí, en la sala de espera, veo y escucho otros esperando. Madre e hija la lectura de un libro. El niño tira de una bolsa de hielo cara a su lado exasperado padre. Una pareja de adolescentes tomados de la mano. No sé por qué están aquí, pero a juzgar por las sonrisas en sus caras y la forma en que miluyutsya entre sí, es obvio que no hay nada malo, y yo ... Quiero gritar en ellos. Quiero decirles que laresucitación m departamento proporciona asistencia de emergencia a gravemente afectada, y no hay nada para sentarse con tales caras felices y sin preocupaciones. Quiero decir que rodaban el hogar: dejar que luchatsya donde la felicidad - en otras partes, no delante de mí. No recuerdo lo que es - paraser tan feliz como son. Ni siquiera recuerdo cómo ser el que era antes de todo esto ocurrió. Todo lo que siento ahora - mi desbordante de terror. Y la ira en los dos tortolitos priduroshnyh, lybyaschihsya entre sí frente a mí.
Los odio y odio putos enfermeras, para quienes este día fue el peor día de su vida. Actualmente viven tranquilamente en. Quién - está llamando, la copia de documentos, tomando café. Los odio por lo que están bebiendo café a la vez. Odio a todo el mundo en este maldito hospital, porque no están contentos.