CARACAS.- El Tribunal Supremo de Justicia toma medidas para desconocer el poder de la Asamblea Nacional, y ésta, a su vez, no reconoce la autoridad del TSJ, por considerar fraudulenta su designación.
El Gobierno amenaza con cárcel a los tres diputados electos por Amazonas y juramentados recientemente ante la AN. Se anticipan más trabas técnicas al Revocatorio, impuestas por el CNE. Estas precederían a las trabas jurídicas por parte del TSJ.
El gobierno debe decidir en qué términos acepta el Revocatorio, si lo acepta. De lo contrario, tendrá que resolver cuál será el artilugio jurídico para liquidarlo. Sin diálogo y sin Revocatorio es previsible un aumento de la presión internacional sobre Venezuela.
La tensión social se agudiza por la dramática escasez de comida y medicinas, y por la merma sustancial del valor del salario. La crisis política y económica obliga a Maduro a buscar apoyo en los militares. Mientras tanto, se agota la paciencia de la gente en la calle y se acaba el tiempo para una salida negociada.
Sin perspectivas para un diálogo entre gobierno y oposición, en Venezuela el juego político está trancado.
Julio 2016