Las tenemos tan cerca y se venden en la mayoría de las tiendas de alimentación, que no nos damos cuenta de sus extraordinarias virtudes. Aunque forman parte esencial de la mayoría de las medicinas ancestrales, especialmente la ayurvédica y la chamánica, en occidente se las sigue considerando como elementos culinarios que otorgan un sabor especial a las comidas. Sin embargo, detrás de estas características organolépticas existe un mundo de propiedades terapéuticas que nos motivan a reconsiderar su aplicación, incluyéndolas sin reparo en nuestro botiquín natural.