Transmitir la fe, especialmente a las nuevas generaciones, constituye actualmente un desafío nada fácil; es como si la alegría y la belleza que experimenta el creyente al dejarse amar por Dios, fueran paradójicamente traicionadas por cada palabra que trata de expresarlas. Sin ceder nunca al pesimismo, Bruno Forte trata de definir los modos acertados para crear la relación: se centra en los lenguajes más adecuados y clarifica aquellas motivaciones de amor gratuito que pueden inspirar una transmisión fecunda de la fe. «Estimulado por este conjunto de problemas y de esperas», explica el autor, teólogo y obispo, «he tenido numerosas veces la ocasión de reflexionar sobre todo ello en estos años. Así es como han nacido los textos aquí seleccionados, recogidos para ofrecer una reflexión, lo más orgánica posible, teológicamente fundamentada y cercana a la vida, sobre los desafíos y las posibilidades relacionadas con la tarea de transmitir la fe, acogida con el asentimiento libre de la mente y del corazón. Podríamos decir que el resultado es una especie de “teología militante”, nacida de la vivencia eclesial para darle a ella al mismo tiempo voz y alimento». No se trata, por consiguiente, de una teología de despacho, sino de un pensamiento que surge «en la brecha» de la vivencia eclesial: nace de la experiencia eclesial directa y tiende a sostener vitalmente la transmisión actual de la fe cristiana. Concretamente, parte de las fuentes de la fe y, a continuación, profundiza en el tema de la comunicación de la fe (la fe transmitida) y analiza la fe profesada. A la celebración que actualiza en el tiempo la obra divina de la salvación se le dedica la sección sobre la fe celebrada, y los capítulos siguientes se centran en la fe vivida. En nuestro actual contexto pluralista es imperioso reflexionar sobre la fe que dialoga, sin obviar una referencia específica a la fe en camino, es decir, al carácter siempre itinerante del acto de creer. Como punto de llegada, el libro ofrece, finalmente, una reflexión sobre la sonrisa de la fe. BRUNO FORTE (Nápoles, 1949), doctor en teología y en filosofía, fue hasta 2004 profesor de teología dogmática. Miembro de los Pontificios Consejos para la Cultura, para la Unidad de los Cristianos y para la Promoción de la Nueva Evangelización, durante diez años formó parte de la Comisión Teológica Internacional. En 2004 fue nombrado arzobispo de Chieti-Vasto. El papa Francisco lo ha nombrado secretario especial tanto de la III Asamblea general extraordinaria del Sínodo de los Obispos (5-19 de octubre de 2014) como de la XIV Asamblea general ordinaria del Sínodo de los Obispos (4-25 de octubre de 2015), ambas dedicadas al tema de la familia. Es autor de numerosas publicaciones de contenido teológico, bastante conocidas en el ámbito internacional, y también de libros de espiritualidad y de pastoral. En la editorial Sal Terrae ha publicado «La puerta de la fe» y «Dios Padre: nostalgia, revelación, búsqueda».