Las alternativas que surgen desde las márgenes Occidente no logró imponer por completo su racionalidad dominante plantean un “futuro más allá de Occidente”, que no es lo mismo que una sociedad “posmoderna”. La “posoccidentalidad” ya no es una fase intracultural o intracivilizatoria de la tradición occidental, sino una alteridad paradigmática, “otro mundo posible” más allá de la “vía única”, predicada hasta el cansancio por las y los ideólogos de la supremacía y superioridad de Occidente. Lo que se llama “más allá de Occidente” no es simplemente un estado posterior al dominio occidental, sino una alternativa al modelo aún dominante que se hace visible en un proceso paulatino de inter-trans-culturación.