Miguel de Unamuno nos legó en "Niebla" un monumento de la novela filosófica y una obra maestra de ficción experimental moderna.
Prescindiendo de las convenciones de la acción, tiempo y lugar, y el análisis del carácter, "Niebla" procede enteramente de la fuerza del diálogo que revela la lucha de lo que Unamuno llamó sus "agonistas". Éstos incluyen a Augusto Pérez, el hijo mimado de una madre recién fallecida, la engañosa y maquinadora Eugenia, a quien Augusto obsesivamente idealiza, y Orfeo, el perro de Augusto.