El libro-ensayo Nuestra Hora: los latinoamericanos en el siglo XXI de Raúl J. Rivera es una investigación social e histórica que destila un optimismo fresco y contagiante. América Latina, esa promesa inconclusa, ese Occidente moreno, esa región a medio camino del desarrollo y también atrapada por los problemas del atraso y la pobreza, tiene enorme potencia y posibilidades para ubicarse como protagonista real del mundo en la próxima centuria.

Rivera se propone redimensionar y revalorar las potencialidades de América Latina y derribar los mitos negativos que sobre ella se han formulado. En su trabajo logra su cometido con creces. Enumera diversas posibilidades de la región, como el hecho de que América Latina represente una masa continental superior a los territorios de China y los Estados Unidos y cinco veces mayor que Europa. También señala que el mundo no puede ignorar a los 540 millones de latinoamericanos, que representa el 9% de la población mundial. América Latina tiene más habitantes que los 300 millones de Estados Unidos y los 450 millones de la Unión Europea.

La lectura del libro de Rivera nos revela información que olvidamos frecuentemente por los mitos perniciosos construidos sobre América Latina. La economía latinoamericana es la cuarta más grande del mundo, sólo superada por la europea, la estadounidense y la japonesa. La sorpresa se convierte en una reacción permanente del lector a medida que se avanza en el texto. Por ejemplo, no obstante que pobreza y América Latina son dos conceptos que aparecen vinculados, Rivera señala que, en realidad, somos una región de mayoría de clase media, ni tan rica ni tan pobre. Agrega que nuestro ingreso pér capita regional es superior al promedio mundial, el doble que el chino y más de cuatro veces mayor que el de India, Asia y África.

El principal logro del libro-ensayo de Rivera es que obliga a cualquier ciudadano del mundo y, particularmente, a los latinoamericanos, a pensar en América Latina como problema y posibilidad. Las deficiencias y los yerros se empequeñecen ante la lista de increíbles potencialidades que tiene la región y, entonces, Latinoamérica emerge como una protagonista todavía silenciosa de los acontecimientos mundiales, como una protagonista que no ha desarrollado la consciencia de su enorme valía planetaria.

Un buen libro acuña una idea o varias ideas fuerzas, pero también nos deja una sensación permanente, una sensación fuerza. El libro de Rivera materializa, aterriza, le da forma al concepto genérico y quizá gaseoso de América Latina. La región adquiera materialidad, pero el texto, igualmente, nos deja el optimismo y la confianza en nuestras posibilidades. La región está llamada a ser un grande del planeta.

Los latinoamericanos tenemos todo para superar nuestras deficiencias. No nos falta nada, sólo necesitamos la voluntad de avanzar, de sumar fuerzas. Libros como Nuestra Hora: los latinoamericanos en el siglo XXI de Raúl J. Rivera son herramientas fundamentales para crear conciencia de nuestras posibilidades y de las tareas pendientes.


Hernando de Soto
Noviembre 2009