¿Que es un aquelarre?, inquietante pregunta, la respuesta parece sencilla pero quizás no lo sea tanto. En un mundo tan globalizado donde la información viaja a la velocidad de la luz todo tiene cabida, creemos saberlo todo pero no es así, a veces inexplicablemente la realidad supera la ficción. Noticias recientes como el acto que se realizó en Suiza para inaugurar el puente más largo del mundo con una extraña ceremonia cuyo protagonista fue un extraño hombre con cabeza de cabra delante ni más ni menos que de los primeros ministros de Alemania, Francia e Italia, nos hacen ver que se puede de la circunstancia que unas manos oscuras nos manejan a todos en la más completa clandestinidad. ¿Fue casualidad o estuvo premeditado? ¿Por qué cada vez se hacen estas ceremonias con más descaro? ¿Qué tiene que ver ese ritual con la inauguración de un túnel?. ¿Por qué en ese ritual una mujer le dice a esa extraña cabra es usted ahora el Rey del mundo? ¿Hay una élite que nos gobierna ocultamente? ¿Quiénes son? ¿Qué persiguen?
Quizás gracias a este primer libro de una intrigante Trilogía podréis obtener algo de luz al enigma, a través de la introducción en la que se detalla el aquelarre mayor que se solía realizar al abrigo de las cuevas en el valle del Baztán navarro, podréis palpar el extremo de la maldad de esas fuerzas ocultas que hoy en día nos dominan aunque creamos que no. Las protagonistas son dos hermanas gemelas que caminan por el mundo con una finalidad, hacer el bien, Abramos pues las páginas de este diario para descubrir los oscuros planes de la secta del macho cabrío que no os dejarán indiferentes, sabed lo que es capaz de hacer el mal para después apreciar el bien pues esta será la única forma de hacernos totalmente libres, en este libro se dan cabida brujas, sanadoras, el camino de Santiago, la Santa Inquisición, la cultura Inca, toda la trama se desarrolla bajo los enigmáticos Pirineos.
La secta del macho cabrío…
El aquelarre mayor, lo que presencié con mis propios ojos.
Valle navarro del Baztán, primero de noviembre de 1596. Y me encontraba en ese macabro lugar, para ser sincero mi ímpetu e inseparable curiosidad hicieron que mis huesos acabaran en tan tétrico ambiente. Días antes, me contaron muchos relatos imposibles para la razón humana acerca de ese tipo de rituales y pensé que al menos podría dar fe de los acontecimientos que allí se producirían. La cueva era fría y lúgubre, se entraba por una gran abertura que apenas se podía apreciar en lo alto de la montaña de las lamentaciones.
Muy sucia, macabra, al entrar pude vislumbrar como se apoderaba del lugar el ruido ensordecedor de una incesante caída de gotas cuyo eco resonaba en toda la estancia, de fondo se escuchaban unos horribles alaridos de dolor, propiciando un ambiente de lo más tenebroso, por un momento el miedo me jugó una mala pasada y me hizo pensar seriamente en huir de allí pero finalmente no hice tal cosa, me armé de valor y decidí que nada ni nadie impediría que viera eso que tanto ocultaba esa secta. El corazón me latía incesantemente al son de mi instinto que me pedía que escapara de ese lugar lo más rápido posible, me vaticinaba que lo que iba a presenciar marcaría un antes y un después en mi vida.
El hedor era insoportable, una mezcla de pestilencias, semejante a la putrefacción que se produce en la descomposición de un cadáver. Todo estaba preparado a conciencia, la cueva se iluminaba en toda su extensión por las pequeñas llamas de hogueras alimentadas por un extraño carbón que desprendía un olor rancio. De pronto mis ojos se posaron en una imagen, un frío escalofrío empezó a recorrer todo mi cuerpo. Se estaba iniciando el aquelarre mayor, ese día las brujas se habían congregado de urgencia, por su estado de nerviosismo podía adivinar que no se trataba de un acto cualquiera pues habían sido convocadas por el ser innombrable al que tanto veneraban. Si eres un amante del misterio abre esta página pues no te dejará indiferente.